lunes, 30 de mayo de 2011

UN MUNDO, DOS CARAS

Entre 1945 y 1961, alrededor de 3,6 millones de personas habían abandonado la zona soviética y Berlín Oriental. La mitad de esta corriente de fugitivos utilizó Berlín Occidental como vía de paso, lo que supuso un gran problema para la SED, el Partido Comunista de Alemania del Este. Alrededor de medio millón de personas pasaban cada día la frontera en ambas direcciones y de esta manera, podían comparar las condiciones de vida de ambos lados. Solamente en el año 1960, alrededor de 360.000 personas se mudaron de forma definitiva al Oeste. La RDA se encontraba al borde del colapso social y económico.

A primeras horas de la mañana del 13 de agosto de 1961
un domingo, en las fronteras entre los sectores Este y Oeste de Berlín, se erigieron barreras temporales y en las calles que unían Berlín del Este con la parte Oeste, fueron arrancados adoquines y asfalto. Unidades de la policía popular y de la policía de transportes, así como las milicias obreras prohibieron cualquier tipo de tráfico en las fronteras entre sectores.

En los días siguientes, los rollos de alambre de espino que se habían estirado entre Berlín Este y Berlín Oeste fueron sustituidos por un muro construido con piedras de grandes dimensiones, por obreros de Berlín del Este, bajo la estricta vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA. De un día para otro, calles, plazas y casas fueron separadas unas de otras y las líneas de metro y de tren urbano fueron cortadas.

Durante el tiempo que siguió, las instalaciones fronterizas fueron ampliadas y el sistema de control fronterizo fue perfeccionado. El muro que transcurría por el centro de la ciudad y que separaba Berlín Oriental de Berlín Occidental tenía una longitud de 43,1 kilómetros. Más de 100.000 habitantes de la RDA intentaron huir, bien a través de la frontera entre las dos Alemanias o a través del Muro de Berlín. Varios cientos de ellos fueron abatidos por los disparos de los soldados fronterizos de la RDA y otros encontraron la muerte de otra forma durante su intento de huida.

lunes, 16 de mayo de 2011

GOOD BYE LENIN!




Good Bye, Lenin! es una película alemana de 2003, dirigida por Wolfgang Becker.

Octubre de 1989 no era el mejor momento para entrar en coma viviendo en la República Democtrática Alemana, y eso es precisamente lo que le ocurre a la madre de Alexander Kerner (Daniel Brühl), Christiane, una mujer orgullosa de sus ideas socialistas y dirigente del Partido Socialista Unificado entregada a la política tras el abandono de su marido a Alemania Occidental, que pierde el conocimiento al ver a su hijo metido en disturbios a raíz de una manifestación en contra de Erich Honecker, con la policía del estado que tanto admira. Alex se ve envuelto en una complicada situación cuando su madre sale del coma ocho meses después. Ninguna otra cosa podría afectar tanto a su madre como la caída del Muro de Berlín y el triunfo del capitalismo en su amada Alemania Oriental, y ya advertido por el médico de dejarla en reposo y sin grandes disgustos, para evitar una posible recaída, ocultará a su madre que el Muro de Berlín ha caído mientras ella estaba enferma. Para ello montará una serie de falsos telediarios, con ayuda de su amigo Denis, en los que escribirá su propia historia del país.
Por eso, para salvar a su madre, Alex convierte el apartamento familiar en una isla anclada en el pasado, una especie del socialismo en el que su madre vive creyendo que nada ha cambiado. Lo que empieza como una mentira piadosa se convierte en una gran estafa cuando la hermana de Alex y algunos vecinos se encargan de mantener la farsa para que la madre de Alex siga creyendo que nada había cambiado. Una de ellas es Lara, una enfermera soviética que Alex conquista durante el coma de su madre. Tras sufrir Christiane un nuevo infarto y ser ingresada de nuevo en el hospital, Lara le revela a esta que el muro ha caido. Poco antes de morir, viendo uno de los últimos telediarios falsos de Alex, Christiane es consciente del montaje que su hijo le ha preparado por amor.
Como trama paralela, la película revela la verdadera historia del padre de Alex y el reencuentro con su hijo.
A su vez, la película plantea críticas tanto al socialismo (lleno de parafernalias, burocracia y militarismo), como al capitalismo (repleto de símbolos vacíos y exaltaciones de lo meramente material); situa al personaje central como un hombre que vacila entre su rebeldía juvenil y sus observaciones del tiempo posterior a la caída del muro: las primeras son hechas de forma concreta, por ejemplo, mostrando la violencia ejercida por la policía de la DDR durante las manifestaciones, mientras que las segundas se verifican desde un plano un tanto más irónico, por ejemplo, cuando Alex crea un oximorón entre la película pornográfica, que se emite en una tienda del lado oeste de Berlín, y el concepto de cultura.

lunes, 2 de mayo de 2011

DIVISION ALEMANA

En 1945, con el fin de la segunda guerra mundial, Alemania quedó separada en dos partes claramente divididas, la oriental, del bloque soviético, y la occidental, del bloque estadounidense. En febrero de ese mismo año los ganadores, Churchill, Roosevelt y Stalin, se reunieron en Yalta y se repartieron el territorio alemán en cuatro zonas. De esta manera, la oriental fue controlada por la URSS y la occidental por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
La separación se fue haciendo cada vez más notable hasta que en 1948 las autoridades soviéticas cerraron todos los accesos y suministros aislando así la ciudad de Berlín de la Alemania Occidental. Las potencias occidentales respondieron a este bloqueo abasteciendo aéreamente a los dos millones de habitantes del Berlín Occidental.
La división alemana se convirtió en el símbolo de la Guerra Fría, en la representación de los dos bloques que dividieron el mundo en el bando soviético y el estadounidense.




Las potencias occidentales tenían por objetivo la formación de un estado alemán en el que no participara el comunismo. El primer paso en esta dirección fue el acuerdo angloestadounidense de 1947. En 1948, las autoridades de las tres áreas occidentales crearon un sistema monetario común y diferente del de la región oriental alemana. Ésta, involucraba también la ciudad de Berlín. Los soviéticos protestaron y cerraron los accesos por ferrocarriles y carreteras que unían la zona de Berlín ocupada por ellos con Alemania Oriental. La ciudad quedó aislada y sin alimentos. 







Cada estado siguió una evolución diferente. La ciudad de Berlín se convirtió en una región de conflicto permanente. En Agosto de 1961, las autoridades de la República Democrática ordenaron levantar un gran muro de cemento y alambre de púa, que cortó la comunicación entre el este y el oeste de la ciudad. El gobierno de Alemania Oriental pretendía evitar el éxodo constante de sus habitantes hacia Berlín Occidental. Finalmente, el muro de Berlín terminó por extenderse por toda Alemania Oriental.